13 de febrero de 2008

Respuestas comunitarias ante los feminicidios

Comentario de la Lcda. Amárilis Pagán Jiménez
transmitido en "Hoy en las Noticias" de Radio Universidad de P.R.

Cada vez que un noticiero informa el asesinato de una mujer a manos de su compañero o excompañero, las que trabajamos en las organizaciones de mujeres buscamos con ansiedad el nombre y el pueblo de la nueva víctima. Lo hacemos porque nos aterroriza la idea de descubrir que esa mujer es una de nuestras participantes. El alivio que sentimos cuando corroboramos que no es una de ellas, es sólo momentáneo. Inmediatamente sustituido por el dolor y la ira que provocan el imaginar la violencia sufrida por la mujer en sus últimos minutos de vida y el presenciar las escenas de desamparo y angustia que protagonizan los hijos y familiares de ella.

Los feminicidios en Puerto Rico tuvieron un alza drástica en las últimas semanas. Seis mujeres han sido asesinadas por sus excompañeros y la pregunta que nos hacemos las organizaciones de mujeres es: “¿Qué más hacer para parar esta tendencia a pesar de la lucha que se ha llevado por años en contra de la violencia hacia las mujeres?” La respuesta que surge ante esta pregunta no es nada sencilla y nos obliga a reformularla: “¿Qué otras personas o grupos debemos incorporar a nuestro trabajo para que éste sea más efectivo?” La respuesta es una comunitaria. Si bien es cierto que no es una respuesta nueva, hay que recalcar que en este momento nuestra ciudadanía está más receptiva y madura para aceptar la responsabilidad que implica concertar una respuesta comunitaria que erradique la violencia en contra de las mujeres.

Por eso, al hablar de los asesinatos de las últimas semanas, habemos quienes preferimos hablar de feminicidios o de violencia en contra de las mujeres. Una respuesta comunitaria a la violencia por género amerita que se reconozcan los asesinatos como algo que trasciende el ámbito doméstico para convertirse en un asunto público que compete a todas y todos.

En Puerto Rico, se construye desde hace décadas una respuesta comunitaria a la violencia en contra de las mujeres. Las organizaciones no gubernamentales que trabajamos el tema hemos sido consistentes en el trabajo de educación, prevención e intervención. El esfuerzo ha sido fructífero, pero necesitamos multiplicarlo a través de más comunidades para aprovechar el hecho de que nuevos ciudadanos y ciudadanas están dispuestos a asumir un rol más activo ante una situación cuya gravedad y urgencia es innegable.

¿Cuántas más personas necesitamos que se unan a la prevención de la violencia en contra de las mujeres? Todas las personas de la Isla. Si cada persona presta más atención al tema y se encarga de aprender a reconocer los indicadores de violencia en contra de las mujeres y más aún, de reconocer los indicadores de letalidad, si cada persona entiende que una llamada a tiempo a la policía o alguna agencia de servicios puede representar una oportunidad para que una mujer salga del ciclo, si cada persona asume el compromiso personal de apoyar a las mujeres que lo necesitan, muy probablemente tendríamos menos muertes, menos mujeres y niños viviendo la violencia. También tendríamos más personas libres, de ambos géneros, gracias a las acciones solidarias que llevarán un mensaje claro de que la equidad y la justicia traen como consecuencia la paz para todas y todos.


Escuche el audio de este comentario en: http://www.radiouniversidad.pr/audio/ANAL%2013FEB2008.mp3

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