Ramonita Cotto, en la foto abrazada por la directora ejecutiva de Matria, Amarilys Pagán, logró fundar su empresa y dejar a un lado una vida de maltrato doméstico cuando recibió ayuda para recuperar la autoestima perdida. (Foto Primera Hora / Heriberto Castro)martes, 6 de mayo de 2008
Maritza Díaz Alcaide / Primera Hora
Autosuficiencia económica versus violencia doméstica.
Ramonita Cotto tiene una historia triste y una historia de éxitos que contar. La primera es cosa del pasado. “Boté 17 años de mi vida por miedo”, dijo la mujer, de 38 años, una sobreviviente de violencia doméstica que recién se convierte en empresaria.
La vida de Cotto fue por demasiado tiempo de golpes, de violencia emocional, de “casi respirar” cuando su esposo le daba permiso. Ella, como tantas víctimas de maltrato conyugal, encubría la tragedia o se culpaba a sí misma del fracaso de su matrimonio. Ramonita es una líder innata e intuía que era posible salir del atolladero, tanto afectivo como económico que afrontaba.
En 2005, se divorció y gracias a que su patrono la refirió a la Procuraduría de las Mujeres contactó al grupo feminista Matria. “Matria me ayudó a recobrar mi autoestima. En Matria me hicieron reconocer mis talentos para negociar, para estar al frente de un grupo”, afirmó Cotto, quien recientemente consiguió de esa institución un micropréstamo de $1,500 para iniciar la empresa “Ejecutivas de la limpieza”.
¿Para qué sirven $1,500?
“Para cambiar una vida”, respondió la directora ejecutiva Matria, Amarilys Pagán. Desde enero, la entidad viene otorgando los minipréstamos para el desarrollo de microempresas dirigidas por mujeres pobres, con el apoyo de R-G Premier Bank, que les donó $10,000. Esta inversión comunitaria, en el caso de Cotto, permitió que ésta adquiriera el equipo de limpieza que necesitaba para establecer una red de mantenimiento en la zona de Caguas y San Juan, y “muy pronto” en Guayanilla.
“Ejecutivas de limpieza” contrata como sus empleadas a otras mujeres víctimas de violencia doméstica. Brinda servicios tanto residenciales como comerciales y se especializa en proyectos de viviendas listos para ser entregados a sus nuevos dueños. La nueva empresa tiene su propio trade mark: un paño blanco como garantía de que la limpieza será total.
Matria les ofrece a las nuevas empresarias ayuda psicosocial y adiestramiento y apoyo antes y después de la apertura de los pequeños negocios.
“Yo necesitaba un empujón. Boté 17 años de mi vida, pero los estoy recuperando”, insistió Cotto, quien confió que hace seis meses volvió a casarse.
Esta vez escogió “un hombre diferente” que la valora. “Juntos vamos pa' alante”, acotó mientras entregaba sus tarjetas de presentación de “Ejecutivas de limpieza”.
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